Cada 5 de marzo en Zaragoza se celebra una fiesta de carácter histórico, su tradicional Cincomarzada
Digo con carácter histórico pues conmemora el valor de todos los zaragozanos en la noche del 5 de marzo de 1938 en un enfrentamiento contra los carlistas que pretendían tomar la ciudad.
Prácticamente no existía guarnición militar en la ciudad, pero los aragoneses demostraron su valentía enfrentándose con las armas que tenían a mano, utensilios de labranza, armas de caza, incluso los mismos utensilios de las cocinas, agua y aceite hirviendo
Este acontecimiento dio origen a la primea fiesta laica, la cincomarzada, que conmemora el heroico comportamiento de los zaragozanos en la Primera Guerra Carlista. Hasta este momento las fiestas y celebraciones se debían todas a motivos religiosos
Se nominó una calle como 5 de marzo (que en la época franquista cambió por Requeté Aragonés), pasado este periodo nuevamente ha recuperado su nombre de 5 de marzo. Se elaboró un pastel de celebración con forma de 5 y el escudo de la ciudad recibió un nuevo título ”Siempre heroica” “SH”
Suele celebrarse como un festival gastronómico que atrae a muchos valientes de Aragón y de otras partes de España
El pueblo aragonés siempre demostró ser un pueblo valiente pues no es esta la única vez que se echó a la calle, podemos recordar la ejemplar actuación en nuestra Guerra de la Independencia contra las tropas francesas, enviadas por Bonaparte, dos sitios, dos momentos en la ciudad totalmente representativos de la bravura y valor de sus ciudadanos, siendo miles los que entregaron su vida. Fueron momentos de auténticos héroes y forjadores de leyendas que sirvieron como fuente de inspiración a números escritores
Expresiones del Mariscal JeanLannes
Jamás he visto encaminamiento igual al que muestran nuestros enemigos en la defensa de esta plaza. Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalta por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras, Es una guerra que horroriza. La ciudad arde en estos momentos por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ella las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores… ¡Qué guerra! ¡Qué hombres! Un asedio en cada calle, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes, o mejor a tantos furiosos! Esto es terrible. La victoria da pena
Hay una copla que dice
Aquel que quiera saber / lo que Zaragoza vale / que pregunte a los franceses / que los franceses lo saben.
Otro momento heroico surgió en 1766, durante el Motín de Esquilache, también llamado el Motín de los broqueleros.
Parece que, “por el privilegio de los veinte” (otorgado por Alfonso I a la ciudad de Zaragoza) Existía una campana que convocaba a los zaragozanos a defender la ciudad cuando se consideraba que era atacada, del modo que fuera
Me gustaría saber, sí hoy, que parece que hemos perdido todo el aprecio a lo nuestros, que parece que incluso sentimos vergüenza de nuestras cosas, cuál sería el resultado de la llamada de esa campana, me temo que sería muy distinto, aunque espero no haya que comprobarlo, no obstante la ciudad es de las que hace gala y reconocimiento de sus valiente en calles y plazas, seguramente servirían para recordar nuestro deber
Anécdota: dicen que Cabañero habiendo ocupado una parte de la ciudad, entró en una chocolatería y pidió un chocolate caliente, tuvo que huir sin haber llegado a probarlo, años más tarde entró con las tropas isabelinas, desfilando por Zaragoza, los zaragozanos le increpaban ¡Cabañero, se te ha enfriado el chocolate!
Comencé el día rezando a los santos para que no saliera el sol, pues temía que pasaramos mucho calor, no me hicieron demasiado caso, pero el día transcurrió bien, comenzamos con una visita al vivero, ya había avisado que su aspecto era el típico invernal, muchos árboles de hoja caduca seguían desnudos, aparte de haber sufrido los efectos de las heladas, pero el paseo parece ser resultó agradable,
La comida? Estupenda, y para mí, que este año no he podido visitar Aragón me ha reconfortado, a todos nos gusta creo yo lo que hemos tenido en nuestra infancia, pero gustos aparte la longaniza a la brasa, la morcilla de arroz y las chuletas y costillas de ternasco estaban para chuparse los dedos, no falto el postre, el café y los pastelitos esto merece un 10 para los organizadores
También son de agradecer las joticas y los chistes contados en la sobremesa que forman parte de lo que ayuda a alargar la vida y establecer una buena convivencia
Una amiga que vino conmigo, se fue encantada
FELICIDADESSS
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